¿Cómo impactó el COVID-19 a la fertilidad masculina?
La pandemia de coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el nuevo síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) ha provocado más de 160 millones de infecciones y 3,5 millones de muertes en todo el mundo. Los hombres se ven afectados de manera desproporcionada por el COVID-19, ya que tienen una enfermedad más grave con tasas de mortalidad más altas que las mujeres.
Se ha implicado a los andrógenos como la causa subyacente de una enfermedad más grave, ya que se ha observado que el receptor de andrógenos aumenta los receptores de la superficie celular que median la entrada de células virales y la infección.
Desafortunadamente, a pesar del papel potencial de la testosterona en el pronóstico de la COVID-19, la terapia de privación de andrógenos no protege ni es un tratamiento para la COVID-19. Curiosamente, se ha descubierto que los órganos reproductores masculinos son vulnerables en enfermedades de moderadas a graves, lo que lleva a informes de disfunción eréctil y orquitis.
Se han identificado partículas virales de COVID-19 en tejido de pene y testículos, tanto en pacientes vivos que se recuperaron de COVID-19 como post mortem en hombres que sucumbieron a la enfermedad.
Aunque la transmisión sexual sigue siendo poco probable en hombres recuperados, la infección por COVID-19 de moderada a grave puede conducir al agotamiento de las células germinales y de las células de Leydig, lo que lleva a una disminución de la espermatogénesis e hipogonadismo masculino.
El objetivo de esta revisión es describir el impacto del SARS-CoV-2 en la salud reproductiva masculina.
Todavía hay muchas preguntas sin respuesta en cuanto a los mecanismos subyacentes específicos por los cuales COVID-19 afecta los órganos reproductivos masculinos y las secuelas a largo plazo del SARS-CoV-2 en la salud reproductiva masculina.